El soul es un género que vuelve periódicamente, siempre con fuerza y
mucha calidad. La voz, grave, sensual y muy femenina, es el elemento
indispensable para crear en torno a ella el grupo que la acompañe. Una
historia que se repite pero que siempre funciona, como es el caso de The Lucilles.
Afincados en Madrid, aunque de diferentes procedencias, este grupo se encuentra en la línea de Amy Whinehouse, Esperanza Spalding o Eli Paperboy Reed.
Formado originalmente por la cantante Lucille y el músico Aldo
Cavaleiro, en un corto periodo de tiempo fueron sumando nombres hasta
completar la banda (Ángel Ramos, Alberto Fernández, Marcelo Vega, Davo
García y David carrasco).
Su disco, Sweet soul Music vol. I contiene doce temas entre los que hay versiones (I feel good o Shake) y temas propios (como el primer sencillo Speeding in my heart).
Pero antiguos o nuevos, lo que tienen en común todos ellos es la fuerza
de las interpretaciones y la elegancia de la voz. Siendo soul destila la energía del rock clásico, o dicho de otra manera, un estilo irreverente dicho de buenas maneras. Esto característica será la que propicie que The Lucilles, si continúan así, pasen a la escena internacional y saquen el vol. II, vol. III,…
Autor: Esther Martín