OSCAR CUBILLO
Ardua para el oído no avisado resulta la audición de la fusión perfecta de improvisación jazzística y folk vasco atávico y campero
que genera el sexteto Lurpekariak en su disco debut, 'Itsasotik
iturrira / Del mar a la fuente' (Errabal). Escuchándolo, no sólo por los
cencerros nos evoca al agro vasco, abierto, verde y mojado.
Dirigido por Ion Celestino (el de la Broken Brothers Brass Band), el
sexteto Lurpekariak (su bautismo es un juego de palabras: 'urpekaria'
significa submarino, 'lur' tierra, o sea se podría traducir por Los
Subterráneos), con una chica al micrófono (improvisa con scat vocal y
hasta se viene arriba en algún irrintzi), ahonda sus raíces en Laboa,
conoce el jazz contemporáneo afroamericano más radical, a veces resuena
circular como Mursego y se roza con los Achiary, y las dos baterías de su formación se difuminan bastante en la grabación,
aunque seguro se tornan más relevantes en sus conciertos: hoy miércoles
en Basauri (Sozial, 20.30 h, 5 €) y el sábado en Ermua (Lobiano, 20 h, 8
€).
Su alineación es inusual (dos baterías, dos contrabajos, trompeta y
voz) y sus seis miembros, dos vascos, dos navarros y dos aragoneses, son
licenciados superiores de jazz, a saber: Nerea Erbiti (Leiza, 1980),
vocalista ancestral y futurista como señala la hoja de promoción; el
líder Ion Celestino (San Sebastián, 1982), trompetista y jefe de la
Broken Brohters Brass Band; Javier Callén (Huesca, 1980), contrabajo,
«una pieza clave para entender la interesante escena del jazz en
Zaragoza», reza la promo; Ander García (Barakaldo, 1978), exdantzari y
contrabajista con tres discos a su nombre; Daniel Lizarraga (Pamplona,
1988), baterista que ha acompañado a Masa Kamaguchi, Bruce Saunders,
Alberto Arteta, etc., y que milita en la Broken Brothers Brass Band, los
Animal Blues, el Marcelo Escrich Quartet, y más; e Israel Tubilleja
(Zaragoza, 1978), el otro baterista.
Dejando que suene de fondo el cedé 'Itsasotik iturrira / Del mar a la
fuente' para ir haciéndonos a sus recovecos, sorpresas y riesgos,
departimos con Ion Celestino.
- ¿Por qué esta alineación tan peculiar: dos contrabajos, dos baterías, trompeta y voces?
- El desarrollo de las ideas que originaron este proyecto nos ha
llevado hasta aquí de una forma natural. No lo hacemos por llamar la
atención. Cada uno de los componentes cuenta como músico, desde la voz
hasta la batería. Esta especie de simetría aporta una cantidad de
texturas sorprendentes. En directo es muy atractivo y en grabación es
sorprendente el nivel de compenetración que llega a haber. La idea de
grupo doble es, de alguna forma, una referencia a la vertiente más
jazzística del asunto: el doble cuarteto de Ornette Coleman, los discos
de Kamasi Washington... Hay varios ejemplos notables de esto.
- ¿Podéis definir vuestro estilo?
- Uf, cada vez que lo intento me queda una explicación demasiado
pedante o demasiado pesada. Lo veo como música arcaica del futuro, algo
así. No me gusta usar la palabra jazz porque me parece que aquí el jazz
es sólo una herramienta, en absoluto es un estilo. Tampoco puedo usar la
expresión 'música tradicional' porque es demasiado ambigua y aquí esta
tradición es la materia prima, no el estilo, ni siquiera el contenido.
Lo de 'música improvisada' no significa nada para la mayoría de la
gente. Pero tiene mucho de todo eso.
- ¿No suena vuestra fórmula como Napoka Iria, por la voz femenina, versionando a Laboa, por ejemplo?
- ¿Sí? Pues bienvenido sea. Laboa fue un referente esencial al
principio de este camino, aunque ahora lo es menos. Para mí uno de los
elementos centrales de Lurpekariak es precisamente la ausencia de
instrumentos armónicos, algo totalmente intencionado. Con todos los
instrumentos que tenemos, la voz, la trompeta y los contrabajos, se
puede conseguir una ambigüedad tonal muy expresiva que ha perdurado en
la música tradicional hasta hace relativamente poco. Maurizia
Aldeiturriaga o Pierre Caubet, por citar sólo a un par, nos dejaron
grabados ejemplos emocionantes.
- ¿Qué más músicos os influyen?
- De aquí: Beñat y Julen Axiari, Amaren Alabak, Mixel Etxekopar,
Amorante, Juan Mari Beltrán, Maddi Oihenart... De algo más lejos: Matana
Roberts, la AACM (Association for the Advancement of Creative
Musicians), Steve Coleman y el colectivo M-Base en general. Creo que lo
nuestro se entiende bastante en esas dos vertientes. Nos influye toda la
gente viva y creativamente espléndida.
Ion Celestino, trompetista, conductor y portavoz de Lurpekariak, además líder de la Broken Brass Band. /
E. C.
- ¿Quién ha financiado 'Itsasotik iturrira', un disco a priori de sonido tan minoritario?
- Lo ha financiado la acuciante necesidad de hacerlo. El disco se
grabó en la Torre-Jauregia de Donamaria, un lugar que nos cedieron
amablemente. Lo grabó Josué Pascual, que vino desde BCN con su equipo.
Este disco es muestra de lo que sucedió ahí en ese momento: hay viento,
están las campanas de la iglesia...
- Cencerros también se oyen… ¿Pensáis recuperar el dinero de la inversión vendiendo discos?
- Sinceramente, no es algo relevante en esta grabación. Ni siquiera nos lo hemos planteado.