Dixie Town, rocoso blues rock
Hace unos meses vio la luz su nuevo disco, “Same old story”, cuya producción ha corrido a cargo de Hendrik Röver en los estudios del líder de Los Deltonos. Eduardo Izquierdo habla con ellos.
Iturria: | Efe Eme |
Eguna: | 2016/01/04 |
Texto:EDUARDO IZQUIERDO
Que no les engañen. En este país se hace mucha y muy buena música. Y que tampoco sea el idioma el árbol que no les deje ver el bosque. El gran Juan Puchades, exdirector de esta publicación y editor de “Cuadernos Efe Eme”, me decía una vez acertadamente que “los grupos nacionales que cantan en inglés deben asumir que han de jugar en la liga de los artistas internacionales”. Una afirmación con la que estoy bastante de acuerdo, y que a Dixie Town debe importarles bien poquito. Porque los de Vigo son una apisonadora que se pasan por la piedra al 90% de los grupos que nos llegan de fuera. Y lo digo sin rubor y con la seguridad del que no se equivoca. Su último artefacto, “Same old story (Gaztelupeko Hotsak)” es un rocoso ejercicio de blues rock perpetrado en los Guitar Town Recordings de Hendrik Röver. Y por ahí empezamos nuestra charla.
¿Por qué elegisteis grabar en Guitar Town Recordings?
Ha
sido como la vuelta de los hijos prodigo. Ya estuvimos a punto de
grabar nuestro segundo disco con él, pero en aquel momento finalmente
sólo se hizo la mezcla y el master. Hendrik es una persona muy cercana
al grupo desde hace muchos años, y si a eso le sumamos que desde nuestra
adolescencia él era un absoluto ídolo para nosotros, y lo sigue siendo,
era demasiada carga emocional estar bajo su batuta. Parece que
necesitábamos otros productores con quienes no tuviéramos tanta carga
emocional y que el proceso pudiera ser más aséptico e indoloro. En
cierta manera agradecemos que haya llegado la oportunidad en este disco,
porque su sonido es perfecto para las canciones que hay en “Same old
story”. Nosotros estábamos maduros para Hendrik y él está de dulce en
cuanto a producción. Todo lo que sale de ahí es oro. El nuevo “Muscle
shoals”. Grabar en Guitar Town Recordings era solo cuestión de tiempo y
el momento no pudo ser mejor para ambos.
¿Qué aportó Hendrik a vuestro sonido?
Construyó
su estudio con sus propias manos y conoce cada cachivache que allí hay
como si fueran hijos suyos. ¿Qué otro productor o músico hay en nuestro
país que pueda conocer mejor la sonoridad óptima de nuestro cóctel de
estilos? Su calidez humana y el ambiente que hubo en la grabación se
transmiten en el sonido. Alguien del entorno del Ruta 66 nos dijo al
respecto que “es cálido, muy orgánico, tiene sabor a madera y whisky,
ponerlo es como volver a casa después de haberte empapado bajo la
lluvia”. No puedo estar más de acuerdo con estas palabras. Su sonido
refleja muy bien el cariño con el que se ha hecho y las vibraciones
positivas en su grabación. En cuanto a su visión como músico y
arreglista, influyó en algunas cosas, pero no creo que de manera
radical. Es como si de alguna manera el disco fuese compuesto y
preparado con Hendrik y su Guitar Town en la cabeza. ¿Qué diría él sobre
esto? Es cierto que aparece en determinados temas poniendo el lazo de
regalo en algunas canciones, con algunas guitarras preciosas en
determinados pasajes. También nos ayudó mucho en los coros. Nos los
pasamos muy bien haciéndolos.
Una novedad en este disco es la inclusión definitiva de teclados. ¿Engrandece eso vuestro sonido?
Después
de grabar el directo, teníamos la sensación de que habíamos llegado al
epitome de lo que podíamos hacer como power-trio al uso y nos apetecía
añadir más colores a nuestra música. En ese sentido, la presencia de
Isaac Campos ha sido fundamental, tanto por su calidad como músico y
arreglista como por la influencia en la composición, al saber que
debíamos hacer temas dejando espacio para un nuevo músico. Tener un
teclista nos abre un mundo de posibilidades.
Colaboráis con Eric Oblander, la armónica de Five Horse Johnson. ¿Cómo se gestó?
Al
girar con ellos como artistas invitados en dos fechas en España, hubo
muy buena conexión y hablamos de colaborar en nuestra próxima grabación.
Hace un par de años entrevistaron a Eric Oblander en Radio Nacional, en
un especial que se hizo de Dixie Town y su apoyo y confianza en la
banda no puede ser mayor, estamos muy agradecidos. Los primeros discos,
sobre todo de Five Horse Johnson, no salían de nuestros reproductores y
queríamos tener esa armónica afilada en una canción tan bastarda como
‘Taste it’.
Si tuvieras que elegir algo que habéis conseguido con este disco y los anteriores no, ¿qué dirías que es?
Por
fin hemos conseguido transmitir ese eclecticismo que siempre ha estado
en nuestro ADN y que por alguna razón nos resistíamos a admitir. Y todo
ello con una producción menos extrema y más amable que en pasadas
ocasiones, y un método de grabación que me a mi, personalmente, me ha
permitido mostrar más recursos en lo vocal y cantar de modo más natural y
cercano.
Sois tipos valientes, nada de discos cortos. ¿Qué os lleva a ello?
Pura
hiperactividad compositiva. Se descartaron dos temas ya preparados para
el disco y algunos más, y ya hay material para próximos trabajos.
Además, ya que te metes en un estudio no vas a grabar un EP, ese tipo de
cosas no nos parecen eficientes. Al final añadimos un número acústico
que, junto con la vuelta al redil de Hendrik, cierra un poco el círculo y
la reconciliación con los medios tiempos que siempre habíamos compuesto
y casi nunca habíamos grabado. La canción la compusimos Óscar y yo a
los 20 o 22 años, cuando Dixie Town no era casi ni una idea.
La portada me ha parecido excelente. ¿De dónde sale?
Es
obra del excelente Ilustrador Aurelio Lorenzo. La idea vino cuando
estábamos buscando iconos que reflejasen el origen del título: esa
actitud desafiante y perseverante en un modo de vida a pesar de todo lo
que pueda haber alrededor. Encontramos una noticia que contaba cómo
cuando la policía de Manila cerró un prostíbulo encontró en su interior a
una señora de 93 años que llevaba ejerciendo la prostitución desde la
Segunda Guerra Mundial. En la foto, la mujer detenida no podía mostrar
más dignidad y desafío a la autoridad. Aurelio combinó la cara de esta
señora con cómo serían las chicas rockeras de nuestra generación en la
edad de oro y como lucirían orgullosas sus marcas de guerra, y ahí
estaba el concepto de “Same old story”
Hace tiempo que creo que grupos de
aquí, como vosotros, no tienen nada que envidiar a los foráneos, pero
el nivel de atención prestado por los medios no es el mismo. ¿Qué
opinas?
No puedo estar más de acuerdo con tu apreciación. De
todas maneras, creo haber visto en este último año un ligero cambio de
tendencia, espero que así sea.
¿Creéis que hay una escena para vuestra música en nuestro país?
Rotundamente no (risas).
Ya que habéis grabado con Hendrik, algunos soñamos con un doble cartel con Los Deltonos. ¿Nos vais a dar el gusto?
Ya
hemos estado con ellos en varias ocasiones, la última en la Sala
Caracol el pasado septiembre. Volveremos a repetir en Barcelona el 20 de
febrero en el Rocksound, va a ser una noche memorable.