donostia. Parece que el
ánimo cósmico de la cultura contradice el espíritu de las selecciones
nacionales, pero si hubiera que configurar un combinado de jazz
vasco se parecería mucho al grupo que anoche se subió al escenario de
la plaza de la Trini: Iñaki Salvador (piano, teclados), Mikel Andueza
(saxo alto), Julen Izarra (saxo tenor) y Jon Piris (bajo), liderados por
Hasier Oleaga.
El batería acumula frases para intentar explicar sus
sensaciones sobre el significado de esta experiencia: estrenar su primer
disco como líder de una banda en la Trini, en el marco del Jazzaldia.
"Es un lujazo, un privilegio, la posibilidad de presentar tu primer
trabajo en el escenario más emblemático del festival y al mismo tiempo
en casa, con mi familia, mis amigos... Es un momento cargado de una gran
emotividad, creo que no se podían reunir más componentes", afirma,
sonriente.
A diferencia del resto de los (numerosos) proyectos en los que
ha intervenido, en los que se devanaba los sesos en torno a su
instrumento, en Cantus Caterva "en lo último" que Oleaga ha
"pensado es en la batería". Le preocupaba reunir a un grupo de músicos
con los que "estar a gusto". "Tocar con un Michael Jordan que se dedica a
tirar triples no es mi manera de ver la música", explicó gráficamente.
Se unen, al menos, dos generaciones, profesores y alumnos,
"los padres del jazz vasco" (Salvador y Andueza) y sus alumnos más
talentosos. De los siete músicos que participaron en la grabación, habrá
cinco en el escenario. No será fácil de reeditar el directo de la Trini
y no hay "presentaciones en ciernes" aunque, aseguró, "las va a haber".
la cuadrilla de la melodía El nombre del disco, Cantus caterva, fue el final de un camino iniciado por los descartes. "No quería ni project, ni trio, ni band,
nada de inglés, y pensé en titularlo en euskera, que es mi lengua, pero
pensé que solo lo iban a entender cuatro. El latín me daba morbo,
porque parece más vinculado a la música religiosa, a la que puede
programar la Quincena", desarrolla el batería bilbaino. El significado
del título del álbum sería la cuadrilla de la melodía, un sentido, una sonoridad y una media ironía (caterva posee cierta reminiscencia peyorativa) que aprueba Oleaga.
Solo en este Jazzaldia, será la tercera participación del
batería lo que confirma lo que dice el festival, que su solidez lo
convierte en un recurrente apoyo para muchas bandas. Las tres
experiencias han sido muy distintas.
La noche del viernes, como parte del Matt Savage Trio, fue una
derivada de esa costumbre de "vivir la promiscuidad musical más
absoluta": "Tocas hoy y no vuelves a ver la cara a esa persona". "Con
Matt hicimos una prueba de sonido y después fue aquítepilloaquítemato; eso sí, es un pedazo
de músico", precisó. El jueves, "con Nevermind -trío que fundó junto a
Jorge Abadías y Aritz Luzuriaga- hemos tocado muchísimo y puedes ir con lo puesto, porque ya sabes por dónde van a ir los tiros". Lo de ayer... fue... indescriptible.
El batería, ayer, en la terraza del Victoria Eugenia. (Javi Colmenero)