De la meditación al jazz, el creador publica ‘Equanimity’, que compartirá en directo en marzo en Gasteiz
Los once temas originales del grupo del trompetista, R.S. Basque Faktor, se inspiran en la técnica de meditación budista Vipassana
Iturria: | El Correo |
Eguna: | 2022/10/19 |
Natxo Artundo
No hay que inquietarse. La denominación R.S. Basque Faktor nada tiene
que ver con desvaríos de pureza de sangre ni con exclusiones racistas.
Como tampoco lo tuvo el maestro Roy Hargrove con su RH Factor. El gran
trompetista vasco Rubén Salvador ha vuelto a reunir al grupo con el que
debutó en 'Starting!' (2011) para crear nueva música después de
'Akufeno' (2016) con músicos de Galicia y otros lugares de España. Y es
que el detalle 'vasco' marca que en 'Equanimity' (Errabal Jazz) Salvador vuelve a trabajar con el batería Hilario Rodeiro, el
pianista Satxa Soriazu y el saxo tenor Julen Izarra, más el bajista
Aritz Luzuriaga.
En los 11 temas del álbum, con 9 composiciones del líder
más dos del baterista–'Pañña' y 'Shankara'–, hay un concepto general. Y
la premisa no es otra que la técnica budista de meditación Vipassana
«que fue redescubierta hace 2.500 años». Pero, de nuevo, tranquilidad.
El propio director del sello discográfico, Xarra Azkarate, confiesa que
tuvo un momento de susto al pensar que al trompeta y fiscorno se le
había ido la mentea «lo etéreo». Pero luego ha descubierto un proyecto
«orgánico y con fuerza». Rubén Salvador explica que su contacto con esa
meditación, que se relaciona con el arte de vivir, se produjo a raíz de
un par de retiros de tres días. El músico ha querido «plasmar de alguna
manera lo que sentí», a través de piezas que aporten un significado. Y,
desde luego, hay un flujo de ritmos y armonías con melodías
contemporáneas, en la onda hardbop. «He querido mantener una continuidad con los discos
anteriores, de manera que no está muy lejos en sonoridad. Somos un
quinteto, una formación clásica de jazz. Incluso suena más orgánico,
estándar», pero en absoluto trillado. Este conjunto ha sido bautizado 'Equanimity' porque «era
una de las palabras que más se escuchaba en el retiro, 'ecuanimidad'.
Consiste en tratar a las cosas según vienen, ya sean positivas o
negativas: todo suceso tiene igual tratamiento», expone el músico. En su faceta de compositor, Salvador reconoce que hace
tres años atravesaba un bache de sequía en la escritura. Y detalla que
esas meditaciones contribuyeron a limpiar su mente, de manera que
«melodías y armonías me venían todas las noches, como una lluvia de
ideas». Y, pese a que no era posible registrar ni anotar nada en aquel
contexto, hubo cosas que retuvo en la cabeza y finalmente han entrado a
formar parte de un disco eminentemente vitalista. Todo esto se refleja de manera especial en la última
pieza, 'Metta', que se inspira en las tradicionales 'second line' de
Nueva Orleans. El título ya habla de «amor y buenos deseos para todo el
mundo», tras el esfuerzo de las diversas fases de meditación. En el Dazz, el 19 de marzo El
contacto de esas piezas de 'Equanimity' con el público llegará en
marzo, con presentaciones en el Festival de Jazz de Miranda y en
Logroño, los días 17 y 18, respectivamente. En el caso de la capital
alavesa, el estreno ante los aficionados tendrá lugar el domingo 19 de
ese mes, en el club Dazz de la calle Cuchillería. Pero la intensa actividad del músico que encabeza el
proyecto, que le lleva a toocar en muchos contextos diferentes de jazz,
rhythm and blues y otros estilos, le mantendrá ocupado. Por ejemplo, en
el nuevo disco del bajista Iosu Izaguirre, cuyo sexteto ya ha avanzado
en directo bajo el título 'Mingus Moods'. En cualquier caso, Rubén Salvador observa un entorno
diferente al de antes de la pandemia en la escena musical. «Hay cierto
público que sigue sin acudir a los conciertos, pero hay otro que va
mucho más, así que de alguna manera cubre ese hueco». No obstante «desde
los departamentos de cultura no existe el empuje que había
anteriormente para lanzar proyectos nuevos», contrasta.