Vitoria.
Afortunadamente, a pesar de la apisonadora del recorte, algunos
proyectos culturales con solera cuentan con galones -de gasolina, de
curriculum- para sobrevivir. Aunque la Gasteiz Big Band veía hace unos
meses como el ente municipal le privaba de la ayuda para la organización
del Big Band Festival, éste ha podido reubicarse en Rioja Alavesa de la
mano del programa Música entre viñedos, y, además, la agrupación sigue
atrayendo la atención más allá del territorio alavés, con una cita que,
por ejemplo, les llevará este mismo jueves hasta la localidad de Baiona y
la Fête de la Musique.
"Es una fiesta que se inicia en el año 1982", recuerda el
director de la agrupación, Jimmy Bidaurreta. Por entonces, unos
investigadores se percataron de que "un joven de cada dos tocaba algún
instrumento" y quisieron dar salida a esa fuerza con una gran fiesta que
coincidiera con el solsticio. La fiesta no sólo tiene lugar en
Iparralde, sino que se multiplica por todos los rincones del estado
galo. Sólo en Baiona, en esa misma jornada, hay catorce encuentros por
toda la ciudad, mostrando un paisaje que deja espacio a todo tipo de
géneros.
Géneros como el swing de la Gasteiz Big Band, a la que la
organización del evento contactó ya en noviembre, tras escuchar su
último trabajo. "Conocieron el disco y estaban interesados en programar
esa mezcla que hacemos", explica Bidaurreta, ilusionado como el resto de
integrantes en esta visita. "Es una alegría en estos tiempos".
Una alegría que podría completarse en septiembre con la
participación de la agrupación en otro encuentro ubicado en la misma
localidad, Baiona, el bautizado como Black&Basque. Buenas noticias
-aunque siempre con el sabor agridulce de la falta de apoyo municipal a
su proyecto- las que deja la estela de la Gasteiz Big Band.