UNA ENTREVISTA DE ANDRÉS PORTERo
BILBAO- Travellin’ Brothers cierra 2015 como el mejor año de su carrera tras concluir la gira de presentación de su disco Magnolia Route (Gaztelupeko
Hotsak). El grupo vizcaino vuelve a casa tras dos años de éxito en los
que ha ofrecido 120 conciertos en 11 países, Estados Unidos incluido, ha
ganado el European Blues Challenge y ha llegado a la final en Memphis,
en el mismo concurso pero a nivel mundial. “Un grupo de raíz americana
valora mucho tocar en Nueva Orleans y que disfruten con nosotros”,
explica su guitarrista, Aitor Cañibano Goikoetxea.
Mejor respuesta al disco y a la gira, imposible.
-Sabíamos que habíamos hecho un discazo y
plasmado todo lo que llevábamos años trabajando. Nos podía dar muchas
alegrías, pero la realidad ha superado las expectativas. Han sido dos
años en gira, 120 conciertos en 11 países, incluido Estados Unidos,
miles de copias vendidas, los mejores festivales de Europa, tocar con
artistas de talla mundial y una respuesta espectacular de la crítica y
el público.
Un público no especializado en el blues, por cierto.
-Ha sido increíble llenar prácticamente
todos los conciertos en recintos cada vez más grandes. Hemos trascendido
el mundo del blues para llegar a un público más amplio. ¡Una gozada de
disco y gira! Somos privilegiados.
En este año inolvidable, ¿lo mejor ha sido el premio europeo?
-2015 ha sido el mejor año de nuestra
carrera pero siempre superamos lo anterior, lo nos da fuerza para
seguir. El premio es muy grande, pero lo más importante es el camino, lo
recorrido hasta llegar, picando piedra como el que más, sufriendo y
disfrutando mucho también. Al final, lo importante es ver disfrutar al
publico con tu música y contagiarse de tu energía, aunque tocar en
Estados Unidos, en sitios mitificados como Nueva Orleans y que disfruten
con nosotros, lo valoramos mucho.
¿Cuáles son los planes inmediatos? ¿Cuándo llegará el disco nuevo?
-Descansaremos mes y medio antes de sacar el disco nuevo, a principios de febrero. Está ya grabado y en proceso de fabricación.
¿Les ha dado tiempo a grabarlo con tanto concierto?
-Lo grabamos en Noruega, en el JukeJoint
Studio, aprovechando nuestra participación en el festival de Notodden.
Hicimos una sesión de ocho horas de grabación, a una toma, todos tocando
juntos en un estudio espectacular que se presta a una sesión a la vieja
usanza. ¡Nos hemos marcado un órdago! Hemos grabado en analógico y a
una toma… pero de verdad, no como otros.
El repertorio no se limitará solo al blues, visto el éxito.
-Efectivamente, seguimos el camino en la
línea de conjugar toda la música de raíz americana, partiendo del blues y
caminado por el jazz, gospel, swing, country, soul y el más puro estilo
New Orleans.
Tras el triunfo europeo buscarán abrirse más al continente, ¿no?
-Desde 2010 tocamos con cierta asiduidad
pero tras el premio se está multiplicando. Sin el disco nuevo, en el que
hemos puesto mucha esperanza e ilusión, tenemos ya prácticamente llena
la agenda de 2016. Hay cerrados conciertos en 14 países.
¿Y el sueño de hacer la ‘Magnolia Route’ en Estados Unidos?
-Es un plan para 2017 que apetece mucho.
Ya giramos por Estados Unidos en 2012 y 2015, y no tenemos esa urgencia.
Hay que ir poco a poco y disfrutar de lo que estamos viviendo. Es algo
muy grande, va muy deprisa y queremos saborearlo.